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Cristina Pedroche se aparta de las redes sociales

La presentadora afirma sentirse mal por los comentarios o gestos que le llegan tras las campanadas 7 de enero de 2022 a las 12:42 por Leonor Vallés
Cristina Pedroche en las campanadas de Antena 3 | Instagram @cristipedroche

Como cada 31 de diciembre, las cadenas de televisión luchan por llevarse la mayor audiencia posible. Y Antena 3 lo hace ya desde hace años con Cristina Pedroche. Sin embargo, la expectación que crea la presentadora con su vestimenta cada fin de año, le hace pagar un precio alto. En este caso, ha decidido dejar las redes sociales tras el evento.

Pedroche ha empezado el 2022 abriéndose en canal a todos y confesando que «están siendo días difíciles». La presentadora ha publicado un texto en el que ha afirmado que, aunque intenta mantenerse al margen y no leer nada, «hay comentarios o gestos que me llegan y que me hacen sentir muy mal».

«Este año quería que fuera el más especial, estaba feliz, de verdad que parecía que había vuelto a nacer. Me sentí más guapa que nunca, feliz por poder lucir un diseño de 1991 de Manuel Piña», ha asegurado Pedroche mientras agradecía a su estilista Josie y al museo del diseñador.

Sin embargo, esa felicidad que tenía el día 31 se le esfumó con todas las palabras negativas y críticas malas que ha recibido. Ya no solo por su vesido, sino por aparecer con la cabeza rapada (que, en realidad, era simulada). Respecto a eso también ha hecho alusión en su texto: «El pelo no hace que una mujer sea más o menos guapa, y por supuesto, ni mejor o peor persona».

La presentadora ha confesado que ahora mismo necesita unos días de tranquilidad. «quizás es por el cúmulo de cansancio, también de insultos y malas palabras, o de otras cosas, porque la gente me felicita cuando sé que muchos no se alegran de verdad. Felicitarme con la audiencia no me vale. Me vale que el 31 me digas: ‘ole tú pedroche'».

Y, aunque Cristina Pedroche se ha apartado de las redes sociales de manera temporal, ha querido empezar el año sincerándose con sus sentimientos y concluyendo que «todo el mundo, sea como sea, se merece amor».